Luibarca

CICLO

Su sola presencia me hace temblar.

A veces es un temblor suave, un escalofrío que me recorre entera.

Otras hace que me estremezca en sobremanera y me acerca al borde de la convulsión.

Desde el principio quiso llevarme con él.

Viene a visitarme durante el día o la noche. Cuando el sol lo baña todo con su luz o cuando la lluvia nos obsequia sus perlas de agua.

Hoy he decidido acompañarlo.

El paso del tiempo, que se refleja en mí, me indica que llegó el momento.

Y me dejo llevar.

El me abraza suavemente y siento que comienzo a volar.

Un vuelo en descenso suave, adornado con algún giro que hace que todo dé vueltas a mi alrededor.

Descubro la libertad…

Me deposita delicadamente sobre la hierba.

Y paso a formar parte del manto ocre que alfombra el bosque.