“Culebras inofensivas”
Explicaba el buen maestro
con su labor y amor habitual,
acerca de ofidios y reptiles
haciendo mención excepcional.
Todo en la madre naturaleza
es de color y sabor especial,
cada especie en vital armonía
y hay una que otra perjudicial.
Sin embargo, hay inofensivas
que no debemos maltratar,
preguntó el más bisoño de ellos
con su inocencia natural
¿Qué cosas son inofensivas?
que no alcanzo a imaginar,
y procedió el buen maestro
con un ejemplo a ilustrar.
Son como las cajas chicas
que venden para la Navidad,
se lee “Pólvora inofensiva”
las compra un chico de corta edad.
Inofensivas y no explotan
esa es su particularidad,
volvió de nuevo a su lección
y quiso de momento evaluar.
Espero que hayan entendido
alguien me puede explicar
¿Qué son culebras inofensivas?
Pues la clase va a finalizar.
Levantose de nuevo el chico
con algo más que seguridad:
¡Ah, ya…. Son las que no explotan
y con ellas puede uno jugar!
Por Hermes Varillas Labrador
1820 11/03/2018
El poema lo escribí inspirado en un jocoso cuento de escuela que escuché del amigo argentino Luís Landriscina, tal vez no tiene la misma jocosidad, pero es un homenaje a ese baluarte del humor blanco, sano y muy académico.