Luz de alba convertida en ocaso
nubes tapando estrellas
una Luna que apenas brilla.
Seca rama, hojas mustias
hierbajos y flores tristes
alicaídas.
Agua seca, barro agrietado
efímeras gotas que caen en la batalla
mar estoico, en calma.
Viento inmóvil que no corta ni vuela
ráfagas de aire que ya no silban nada
susurros en la nada.
Los ojos ven la triste flora
el mirar llora en sus entrañas;
el corazón se siente inerte
piensa que ya es hora de partir
de dejarse ir.