Si te apartas de mí,
si el corazón se cansa,
si los sentimientos no lo son.
Si nuestras historias ya no andaran
y te haces ajena;
si ya no estás y no quede nada de ti,
te querría cada día,
unos días menos que otros
cuando tu ausencia golpeara y quisiera olvidarte.
Si decides ser la muerte,
yacería al instante aferrado al calor de tus manos,
me consumiría en tu fuego
y vivir perdería cualquier sentido.
Si fueras el universo
te conquistaría mil veces,
navegaría en el espacio de tu cuerpo,
recorrería sin mesura cada lugar inexplorado
porque aún en lo sublime de la nada
seguirías siendo mi todo.
Estarás siempre en mí
incluso si eres el viento
y sólo llevaras tu nombre,
y si algún día te conviertes en algo más
yo nunca dejaré de quererte.
Mario Dager