Corazón que un día y a voz de pronto soñando pereció,
sin darse cuenta y muy temprano su alma consumió,
era libre cosa grata con espinas y amor,
amor sincero verdadero condenado y pecador,
cosa fina mandarina y cantares de ruiseñor,
retroceso piel con hueso y semillas del señor,
amor cobarde al correr y valiente al caminar,
soñador inadaptado y truncada realidad,
no miréis cosa guapa mi rostro al voltear; que me hacéis poco a poco mil suspiros suspirar,
no miréis cosa bella tan sencilla al amar; que me hacéis acongojado, solitario al pensar,
de cabeza hueca y estúpido palpitar, tan dévil, tan tonto,
tan iluso anormal,
que yo enamoro con todo mi pesar,
ya no puedo ya no puedo ocultarlo señorita,
solo dejaros leer entre líneas que vueso cuerpo me excita.