In memoriam
Estos versos que ahora escribo
son tan tuyos como míos,
pues sin ti nunca habrían existido,
tan cierto como respiro.
De no haberte conocido,
nada de lo que siento sentiría,
y la poesía que me alienta y alimenta mi tristeza
al instante se extinguiría,
como rescoldos humeantes por mis mejillas.
De no haberte conocido,
no sabría lo que es el amor,
y de mi pluma no saldrían
sino palabras hueras y fementidas.
De no haberte conocido,
mi vida no tendría ningún sentido,
y mis sentimientos no serían
más que ramas calcinadas de un bosque ennegrecido.
Estas estrofas que salen de aquí dentro
con la abrupta naturalidad del deseo
llevan escrito tu nombre
en cada uno de sus versos.
A ti te debo todo lo que soy,
pues ahora soy otro distinto del que era entonces;
el mismo hombre que te amó,
pero un hombre mejor del que amaste;
y con todo,
aunque renovado,
igual de enamorado de ti.
¿Sacaste lo mejor de mí,
o fue que lo creaste?
Sea como fuere,
el ser que soy no existiría sin ti.
Siempre me sentiré en deuda contigo.
Ésta es la primera de las obras que te dedico,
pero no habrá de ser la última,
ni la mejor.
Si algo de noble y bueno hay en mí,
te lo debo a ti.
Si algo bueno o noble sale de mí,
será gracias a ti.
Gracias a ti,
Raquel,
Anhelo de mi
Corazón,
Inmortal
Alma alada amada para
Siempre.
Amo
Ti
Io.
© 'Te quiero, no lo olvides. Poemas para Psyche', Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.