Si pienso en ti
me rodean noches claras que silban
flores en colores interminables.
Si pienso en ti
tengo borracheras construidas
por licores aullando necesidades
que me hacen olvidar las aguas broncas
de un sentir que es lejanía
y bronca distancia.
No distingo la medida kilométrica
que separa el gesto y la intensidad
de esta necesidad de formular mis labios
y mis brazos en el hierro de quererte:
esa matemática que no sabe de distancias
Si pienso en ti
el sustantivo del alcohol,
por poco que sea,
me lleva a puertos borrachos
en donde atracan caballos soliviantados
en busca de la llanura que confirme
la catarata de su fuerza.
Si pienso en ti
me pongo los pantalones del revés
y también del revés me pongo la corbata.
Si pienso en ti
corto el plato en vez del bistec
y veo las patatas como carne.
Si pienso en ti
hay algo sonoro que deshace mis pelos
y alborota el peinado de mi vida.
Si pienso en ti
galopo como serpiente con piernas
y deshago todos los tribunales lógicos.
Si pienso en ti…
alzo la cabeza y no veo cielo,
solo veo paraísos
y me precipito sobre tu piel
buscando tu entrega de soles a borbotones
y el miedo a dejar que hacerlo.
Casi, casi, casi,
si pienso en ti
soy medida de agua que no controlo,
vino de relámpagos,
mosto de uva inútil
y hacha hambrienta de seguir pensando.