Tú huella dactilar, sobre mi hombro
te ha delatada
(qué fácil sería huir o refugiarte
entre mi pecho y mi brazo)
Tu falda se agita por el viento
y mi mano (esta mano) que se pierde
ahí. En tu ropa íntima
quizás entre tu sexo...
Nada me puede reprimir ante la perdida de tus besos
-se murieron tus senos
tu espalda
y tu vientre-
¿Si enterré tu recuerdo?
Por qué aún prevalece.
Es en vano olvidarte
si aún puedo quererte.
Sergio Jacobo "el poeta irreverente"