No me digáis alto y esquivo, que vos no amáis pensativo,
no me digáis alto y cognitivo, que vos no amáis relativo,
el tiempo pasa dubitativo y a la vez que pronto poco comprensivo;
os deja de lado y os muestra su cara más triste y arrogante,
y por más que os negéis o queráis ser pedante;
el amor no se va ni se olvida,
tenedlo presente caminante,
que de aquí a poco ya no seríes distante; loco poco cuerdo y pedante,
sino cercano y elegante con quien os cautiva el alma y la mente, deseosa,
que quien con pocas palabras les vasta roza lo liviano y verdadero,
que con quien pocas palabra consigue con esmero un tierno beso sincero.