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En una hora no se hizo
tu vecina Zamora
ni las obras de tu camino
que con sombras alargadas
en la conciencia nos dan tiros
matando nuestra arrogancia.
Son las fuentes de Sedano
veranos con tu alegría
Ángela, tu poderosa energía
cera de tu alma encendida
tierra, en la que has sembrado
tus pequeñas semillas.
La fidelidad, tu destino
la justicia, tu esperanza
la alabanza, tu martirio
la sencillez, tu mortaja
los pueblos, tu paraíso
de obras que tajantes hablan.
La naturaleza, tu alabanza
tu humanidad, cebada y trigo
en relatos vivos trillada
aventada con aire Divino
que las razones no alcanzan
a descubrir su sentido.
En los campos de castilla
de trigales y racimos
sembraremos nuevas parras
árboles, huertos, trigos
frutales de esperanzas
con tu recuerdo vivo.