Leoner Lozano

Ninfa de mis palacios de agua

 

Manchas de café en mi camisa//
enciendo un cigarro triste//
Me hundo en el silencio de los árboles y tocó mis cuerdas cantos y lloro, y gritó y me muerdo la lengua. De acuerdo al universo, o lo que dicen hombres débiles. Estamos enfrentados al la individualidad, al equinoccio de las costumbres. Pero en esto hay un punto medio, allí llegas tú. tienes tus mundos, submarinos las realidades que sueñas en el borde tu cama.
Oh, queridas luciérnagas, miren que encontré a una de sus guardias, ninfa de mis palacios de agua,
Eres un diluir para mis nubes grises,
Los himalayas vieron nacer tu materia prima, le dieron el color de amor a tus ojos de cielo, amantes míos, verdaderos.
Que no doy, qué Reino no entregaría por perdernos en el infinito abismo de la naturaleza, de escribirte un poemario sincero al sentimiento, jurando lealtad a tu cuerpo vestido de seda y mariposas.
Golpeame con caricias y barcos de sonrisas,
Mis manos te recorren, como las venas de Latinoamérica que corren fluctuosas tus senos de leche azucarera, mujer de altísima alma, dueña de mis imnsomios, de mi arte, dueña porque eres la voluntad que me ayuda a ver las cosas más sinceras, más amorosas.
Haz tu nido pequeña ave, palomita construye, así sea con creyones, un hogar en mi, te ofrezco este árbol torcido y estos frutos, que son producto de tu vuelo, fuimos creados para darnos alivio y confort. Ambos, latimos, crecemos y florecemos, Amor drogado, Amor completo.