Desde esta lejana tierra te escribo
sin saber si te deberia comentar,
las penas y tristezas que aqui vivo:
porque no me puedo acostumbrar.
Sólo indiferencia es lo que he recibido,
al no entender la manera de pensar
de tanta gente con quienes he convivido:
y con quienes nunca podré congeniar.
Vivir en Estados Unidos es vida,
pero a la vez tampoco es vida;
quizas mis palabras no las defina:
más sé que las entenderás un dia.
Se vive solo para como bestia trabajar,
se trabaja para morir en cierta soledad,
sin darte tiempo siquiera a poder pensar:
sin darte tiempo los frutos logrados gozar.
Estas lineas no tienen principio o final,
tampoco tendran razon de existir,
más lo único que nunca lograré olvidar:
será el primer dia en el que tuve que partir.