Hoy me abrazas despiadada soledad,
navego sin destino en tu oscura inmensidad,
que me extraña, que me espanta pero que también me guía.
Que me muestra mis tormentos y los sueños en ruina.
Tenue, se denota una luz, un ápice de esperanza.
A la que me aferro sin argumentos,
Y que mi entender no alcanza.
Solo una!
Una razón me basta,
Aún que yazca inexistente,
Y exista sin razón alguna,
Quizá producto de mi mente, desesperada rogando ayuda.