Traviesas manos
ensayando
las primeras notas.
En atropelladas
escalas, los dedos
deslizaban
entremetidas
por la espalda.
Gotas de rocíos
entonaban
delicias melodías.
A la vez que,
se acrecentaban
sus respiros en arrobo;
olvidaban páginas de libros
y á la bizca tía que esperaba
en la esquina.
luz teresa maldonado folkerts