Y comienzo a temblar, así, de la nada.
Mi cuerpo se estremece y mi ser completo se tensa.
Mi mirada se centra en un punto fijo;
no reacciono, no lo consigo.
No me puedo mantener en pie, es demasiado,
cada segundo así es más pesado.
Me rindo, me dejo vencer;
no lo quiero intentar por miedo a caer.
Sé que debo continuar, pero es muy difícil.
Me dicen \"debes avanzar\", pero yo ya no quise;
ignoro todo aquello que me pides,
y es que así ya no puedo seguir.
Lo intenté, una y otra vez;
me esforcé, más de lo que podía;
creí que no lo soportaría...
y así fue.
Y caí de nuevo, en el mismo hoyo,
tropecé otra vez con la misma piedra.
Creí en aquellas mentiras viejas
que antes ya me habían causado dolor.
Cuando caí, no me levanté;
no me sentía con ánimos, no tenía fuerzas;
sólo llevaba una inmensa tristeza.
No pude, y de mí me decepcioné.
¡Y es que fui tan cobarde!
Tenía mucho miedo,
quería un comienzo nuevo.
De todo quería olvidarme.
Y sé que es imposible,
no puedo devolver el tiempo,
no puedo corregir lo que hice,
no puedo deshacer aquellos recuerdos.
Y ahora pago por los errores;
esta caída tuvo su motivo,
por algo que había ocurrido
y que sólo pocos conocen.
Me levanté, y lo intenté de nuevo.
Me puse de pie, y busqué la manera de seguir.
Y al dar el primer paso, retrocedí,
y entré una vez más al abismo.
Salía y caía.
Me levantaba y tropezaba.
Así era día a día,
poco a poco me cansaba.
Y ahora, en la última caída,
estando yo ya llena de heridas,
aunque tú no quieras, yo ya no sigo.
Lo siento, pero me rindo.