Entre el humo y los ataques de tos
Los restos de carmín.
Otra noche y vuelvo a encontrar a Dios
En un vaso de Lean.
En la noche veloz, la droga dura
Me hace girar el eje.
Me queda la pistola en la cintura
Que siempre me protege.
Yo no quise esta vida de arrebatos,
Dios me la impuso cruel.
Entre las resacas, los malos ratos,
La quema del laurel.
Veo el humo crecer en la mañana:
Llenar todo el jardín;
Y en la noche mezclar la marihuana
Con un vaso de Lean.