Animadas están las ánimas,
que ayer estaban angustiadas
entre sollozos y lágrimas…
Hoy abren brillos con primaveras,
con la fuerza de las mareas.
Despiertan auroras como margaritas,
con esperanzas en nuevas oleadas,
de nuevos vientos y fortalezas,
revuelan en profundas algarabías,
con nuevas gaviotas que llegarán con fiestas.
Vienen con siluetas dispuestas y tanta caricias,
sonrisas nuevas que ausentaron por días,
con coloridos sueños vestidos de glorias,
y grandezas en las perdidas miradas,
con la genuina soltura de tristezas.
Duerme el invierno que obscurecía mañanas,
las ilusiones y desamores vacíos en caricias,
con los olvidos, lamentos y las mil agonías,
de las omnipresentes viles desdichas,
despertando con aires y hojas nuevas.
Aparecen luces, los pájaros con grandes alas,
las campanas con cánticos y faenas,
con bombo y sonidos de magnificadas risas,
de las miradas que asoman más fortalecidas,
ilusionándose con los soles y sus estelas.
Apagan los pesares y las grandes abatías,
los fracasos que venían con las tormentas,
con desintereses y crueles vacías palabras,
de frías ternuras pintadas y tan desinteresadas
trayendo antes la helada a tantas bellas purezas.
Animadas están las animas,
que hoy ya no se abaten con melancolías,
entre ojos llorosos y rebeldías de cordilleras,
aquí despuntan ya nuevas valentías ,
con despampanante fuerza de las primaveras.
Mariana Gutiérrez, marzo 2018