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¿Alguien puede medir la estatura del hartazgo?
A veces es, a las luces de la feria, enano.
Otras, las mas, se muestra gigante. ¡Que hallazgo!
Hastío que llega en mi ya futuro casquivano.
He perdido, por viejo, el huidizo liderazgo.
Enigma para algunos sin dudas cartesiano
y, para mi, apenas otro nuevo padrinazgo.
Miserias de hombres gritando en el pantano.
Hundidos hasta el pecho se agitan enjundiosos
en el barro de su envidia. Ya agonizan día a día
anhelando lo digno de una vida trascendente.
Ruines, infatuados se muestran ardorosos
ignorando intrascendente el dolor de la agonía.
Ciprés que dará sombra al apenas delincuente.