En el azul de tus vientos se elevan
tus alas,
y en el fulgor de tu aura cristalina
sonríe la musa
cual ojo divo que pinta la memoria
refugiada
en la eterna nupcialidad erguida
por los años,
el rocío de tus parpados reflejan
el espacio
atropellado por el tiempo;
tu silueta…
solo es la sombra que adormita
entre las fases del equinoccio añejo;
¡cual frio es el lamento
que ataca!,
las fieras que deambulan por el jardín
de la esperanza… acechan;
¡que imponente!,
es el ruego del fuego que consume;
y el arcano sentir
de los que aún viven en el olimpo
de los olvidados… renguea;
una vez fui marioneta y no me di cuenta,
logrando alcanzar el llanto rojo
… de la tristeza
(victolman)
Chorrillos-Lima-Perú.