Israel Dagnino

Ayer aprendí a amarte

 

Ayer aprendí a amarte
con este ayer que tiene mil años atrás.
En todos sus defectos y con toda su verdad.
Ayer que me mirabas desesperada y yo no cedía.
Cuando las horas pasaban lentas
y en unas me amabas y en otras te perdía.
Cuando tus ojos me decían: “Escúchame”,
ayer que no los entendía y me lloraban desilusiones.

Cuando pusiste tu corazón en mis manos,
tan sencillo, tan desnudo,
y yo buscándolo como si estuviera solo,
sin mirarlo siquiera, sin saber qué hacer con él.
Con carencias mal disimuladas lo repartía entre mis llantos,
a veces en mi calma, lo desgaste, abuse de su confianza,
era para mí en cada momento.
Perdóname mi amor, en verdad lo siento.

Ayer que fuimos llanto y miedo,
que nos odiamos amándonos en un adiós,
sin despedirnos,
con mis ojos llorando la libertad en la que nos quisimos.

Ayer aprendí a amarte en esta cama ya vacía,
en el lado frio del colchón sentí tu ausencia
y tuve que aceptar que no eres mía.

Ayer aprendí a amarte,
ayer… ayer que no entendía.