Tu sonrisa toca el alma de las rosas rojas
que germinan en los caminos borrosos
donde la calma, dónde el exilio. Vida
que con la brisa de la noche, se deshoja.
Tiempo de primaveras que sonríen, mojan
a la flor que vive dentro callada, cansada.
Ese frescor en la espalda de la ternura
de quebranto y ausencia la despoja.
-¿Qué tienen las flores que alegran tanto
los pasos de la andadura hasta el sosiego?
En el sustento de su corola está el encanto
Y la miel ,para unos sueños de fuego.
Antonia Ceada Acevedo