Xabier Abando

Encontré una rosa bella

 

Perdí en otoño un jazmín,
y en mayo encontré una rosa
que se hizo grande y hermosa
con el rocío de abril.

Tan bella y cautivadora
como el jazmín que perdí,
esta rosa es para mí
todo lo que tengo ahora.

Su fragancia delicada,
cuando la aspiro profundo,
inunda mi árido mundo
de frescura inusitada.

Su brillante colorido
de una belleza salvaje,
troca mi tosco paisaje
en bello rincón florido.

Pasado que fue el invierno,
encontré esta rosa bella;
apelo a mi buena estrella
para un goce sempiterno,

que no termine la cosa
con el alma desgarrada,
por una espina afilada
que pueda esconder la rosa. 

© Xabier Abando, 16/09/2016