Nebulosa y relámpagos
atrapados en un cúmulo
de calcio hecho testa.
Mezcolanza de tripas,
huesos y carne anclada
a matriz de vida convulsa.
Ojos apretados que intentan
iluminar un cielo nublado.
Manto celular que se extiende
en cada respiro.
Fuerza hecha espasmo.
Alas atrapadas.
Bríos enjaulados. Ávidos
de romper la tierra.
Flor que explota en el viento.
Supernova que se abre de la tierra
y extiende sus brazos en tintura
superlativa que se hace estrella.
Octavio Márquez