Mujer, razón y ser de la mañana,
Tu que de las sombras profundas de nuestro lecho, transfiguras el gemido,
en jubilo y llanto que muta a cantos de ave.
Tu, la del eco agudo de mi alma,
la de la penumbra, la del asilo y amparo de mis sueños
Mujer, razón y ser de mi locura
Pareciera que todo acaba y no hay mas
Rotos estän los esquemas, malogrados los frascos que guardan tus aromas
Se extinguieron las luces, rasgado el papel de los poemas
Clamo por no escuchar las voces, por vencer el desamparo de mi alma
Visiones que me inundan, eres tu, Soledad