Elena Nikkinen

No soy perra, no llevo correa

Porqué ha de que al caminar,

como perro tu me has de silbar,

¿Que acaso olvidé mi correa?

Poqué me gritan bonita pero hacen

Hacen gestos, gestos obsenos, insultantes

Mejor los ignoro que me dan bastante miedo.

 

Voy tranquila al mercado cantando

Un dos un dos dos diciéndome al son

Y esos gritos? Es una chica en la esquina

No puedo ayudarla, me lastimarían,

ella lo entendería, no?

 

Vuelvo a la construcción de allí

con dos peniques y un bolsón,

mientras me acerco voy bajando mi pantalón,

voy jalando para ocultar mis piernas,

tengo miedo, de que me hagan daño.

 

Vuelvo a pasar por allí, 

ahora cruzo a la otra vereda,

mejor prevenir que curar. ¿No?

Temo por todas las chicas en las calles,

Todos los días a todas horas.

 

Las calles nunca fueron de las mujeres dicen,

y creo que dentro de 20 años seguirá así,

es triste, que no te respeten, y que temas,

temas a que por su atuendo te violen.

 

¿Pero no deberías vestirte como desees?

¿No son ellos los que deberían se controlar?

Luchar con el deseo oscuro de hacernos daño.

Dejar de poner escusas estúpidas para justificar

Un hecho penoso y horrible mediante el atuendo,

el estado de ebriedad, que ella lo provocó.

 

Pues esto simplemente no debería pasar.

Las calles nunca fueron de las mujeres,

y falta mucho para que lo sean,

 

 

¿Realmente las cosas tienen que ser así?

 

¿Que acaso no tenemos voz?

Nosotras no buscamos ser violadas,

buscamos caminar libres,

sin miedo en cada esquina,

de que sea la última 

que podrías ver.

 

ELENA HAKKINEN