Hace cuatro años que te fuiste.
Te quise mucho, pero ya no.
Tú no sabes cuánto yo te quise
en el pasado, pero ya no.
Y si escribo ahora este poema
es que me acuerdo y pienso en ti.
No es que quisiera que volvieras;
no pienses eso, pues no es así.
Sólo fuiste en mí una tormenta
pues me robaste mi dignidad.
Sólo fuiste una absurda meta
que nunca pude por ti alcanzar.
Dios permita, ahora que te has ido,
después de años, de tantos ya,
enterrar mi amor en el olvido
sin acordarte de mí jamás.
Tal como yo hice con tu imagen,
que al fin de años la destruí,
haz así lo mismo con mi sangre
que he derramado al vivir por ti.
Ya después de cuatro años solo
no es que me importe pensar en ti.
Ya después de tanto ni cuestiono
por qué en la vida te conocí.
(Con este poema conmemoro 4 años desde que tengo registro que comencé a escribir. ¡Muchas gracias!).