Quizás el problema es tiempo de ausencias desesperadas
o la luna reflejada en balcones de la tristeza
que como el alma, tenuemente volada con las nubes
para perder el instante porque habíamos soñado.
Alcanzar esos lejanos cielos, tan fuerte en nobleza
para no caer en versos que jamás fuese anhelado
con palabras doblegadas por el amado querube
que siempre han latido en horas que palpitaron ansiadas.
Acaso porque mi canto imperfecto fin deseado
que busca las sombras torvas de los gnomos en la noche
Me siento elevar en nubes por los elfos tan amados
al escuchar esos pasos en la espesura del monte.
La caricia en mis cabellos es más que un dulce reproche
tibias manos que me amparan como manto de horizonte
porque mis ojos se cierran por aguardarte cansados
yo sé que te espero en vano por estar abandonada.
Amalia Lateano