Amo y vivo lo que siento
porque la vida dura un breve momento,
no la daré a cualquiera
pues ella es preciosa, aunque pasajera.
Amo, vivo y no te miento,
pero quiero evitar cualquier tormento,
por eso me doy a Jesús,
en quien encuentro gracia, vida y luz.
Amo la vida y voy contento,
sin desperdiciar de Dios ningún talento,
pues de ello daremos cuenta
porque luego la conciencia se lamenta.
Amo y vivo lo que siento,
no dejaré que la flor se la lleve el viento,
aquella flor fresca y tardía,
bello rosa que me sorprendio algún día.
Amo y vivo, no te miento
pues disfruto de Dios su divino aliento,
sagrado aliento de vida,
es su dulce Espíritu que cura la herida.
Amo la vida y no lo lamento,
pero quiero evitar algún remordimiento,
por eso me entrego a Jesús,
el Salvador que por mí murió en la cruz.