Como el agua que cae,
del grifo y busca siempre
rauda el sumidero,
se nos pasa la vida,
perdidos en un mundo
hostil que no deseo.
Se te antoja una nota,
la síncopa que rompe
la armonía de mis latidos,
y al pasar de los años,
no te conozco y yo
soy para tí un silbido.
Cuanto te necesito
me duelen en el alma
las palabras que te escribo.
No quisiera aburrirte,
con melodramas
hilvanados de lo absurdo,
pero ya no te entiendo,
te perdí y no te encuentro
por más que te busco.
Dos idiomas dispares,
dos cometas
con trayectorias diferentes,
cual si hubiere lugares,
donde el amor se inventa
aunque no se siente.
Cuanto te necesito,
me duelen en el alma
las palabras que te escribo.
Lejos de reflexiones,
y vagas estrategias
torpes de un poeta,
invento mis canciones,
ya sé que la verdad
no está al alcance de cualquiera.
Si cambiamos el foco,
verás que los colores cambian
pero no la esencia,
aunque quieras negarlo,
\"que si\" es otra forma
de reconocerme que lo niegas.
Cuanto te necesito,
me duelen en el alma
las palabras que te escribo.