Fui por detrás de ti que absorta contemplabas la belleza del mar besando el cielo, en esa noche de estrellas junto a la luna encendida que iluminaba tu torso desnudo.
Te tomé de la cintura y ascendiendo suavemente mis manos recorrieron tu piel hasta palpar tus erguidos pechos.
Allá abajo, pequeñas olas corrían lavando la angosta y pedregosa playa... y volvían lentamente a su lecho Jónico de aguas calmas.
La noche prestó su encanto, Taormina y el mar el excitante paisaje que exacerbó el deseo, la pasión, que unidos al amor inflamaron el momento para hacernos compartir y consumar el embeleso de amar.
Nos amamos de pie... junto a la balaustrada abrazado a tu espalda... gozando luego de frente nuestras lascivias miradas... y alcanzamos el orgasmo tendidos en el mármol fresco de ese bendito balcón !