Qué distinta es la lluvia al golpear los cristales
Si es en la noche cuando cae,
Y con sus gotas motea las transparencias otoñales
Frente al oscuro fondo que atrás se contrae.
Durante el día deforman el mundo, lo invierten,
Contradicen la realidad con su ser convexo,
Lo fragmentan al resbalar caóticamente
Con singulares riachuelos.
En la noche, sin embargo, la gota es gota de agua
Porque nada se deshace en su reflejo,
Sólo ella es en su curva húmeda y sonámbula
Ante mí, que la contemplo.
No veo al pintor que al otro lado las coloca
Y va dibujando todo tu cuerpo
Con paciencia dando forma
A tus muslos, caderas, brazos y senos,
A tu rostro, a tus ojos, a tu boca,
A tus labios… y a tu beso.
Pero ha dejado una gota en la mejilla
Como una lágrima que va cayendo;
Quizás porque no sea real lo que pinta,
O quizás porque ya esté amaneciendo…
…Y el sol secará a esa niña
Que con la lluvia pintó mi deseo.