robertojuan

HUMANIDAD

HUMANIDAD

 

Acoge mi mano,

no están envueltas en espino,

sólo quiero transmitir mi calor

y que pueda llegar a tu alma.

el cubil en que te encuentras

te hunde más en la miseria de la indigencia.

Ese cartón de vino…

Te conduce a la sumisión y control por el alcohol.

Anoche te vi, nuevamente,

en un escalón cualquiera

bajo el frío de la noche, aunque tú no lo sintieras.

Cara abultada,

deforme, por la acción del vino,

sonrisa burlona inconsciente

como acordándote de algún momento festivo.

Extendiste  tu cartón de vino hacia mi,

como invitándome a beber.

Su mayor capital, el cartón de vino.

Con toda su buena voluntad,

quisiste  compartirlo, conmigo.

¡Noble indigente!, con enorme humanidad.

¿Seriamos capaces de subir a su alma…?

porque nosotros estamos muy debajo de su bondad.

 

Roberto J. Martín