JAVIER SOLIS

ALUCINACIONES

Uno de ésos desolados días  de cruel estío

Ensimismado por un parque caminaba

Al contemplar el nostálgico atardecer

 Vi a una dama de singular belleza

 

Su rostro de angelical ternura

Quedó grabada en mi alma

Sus ojos de infantil dulzura

Quedaron tallados en mi corazón

 

Jamás podré olvidar su mirada

Sus ojos parecían decirme

¡Búscame!, ¡Ámame!

Esos ojos estaban llenos de amor.

 

Anhelante y con desesperación

Profusamente la busqué

No hubo lugar que dejara de explorar

Pasaron días y noches y jamás me cansé.

 

En mi  búsqueda a la estación del tren llegué

Estaba ya el convoy por partir

Con triste pitazo  parecía despedirse

¡Oh! Allí estaba la dama de mis sueños

 

Su rostro virginal pude ver

Con infantil  ternura parpadearon sus ojos

Y con angelical sonrisa  levantó su manita

Para decirme ¡Adiós!

 

Al borde de la locura

Corrí, corrí tras el coche corrí

Mis piernas flaquearon, perdí el aliento

Y su sonrisa en mis entrañas se apagó

 

Corrí entonces a la estación

Para preguntar por el destino del tren

Un anciano con dulzura en su arrugado rostro

respondió ¿cuál tren? Hacen muchos años

Que el tren dejó de funcionar

 

Lima, 23 de marzo del 2018