Cambie tu dulce mirada por amarga oscuridad
reemplace tus besos firmes por colillas de cigarros,
complaciendo así mi humana voracidad
y acallando mis placeres más bizarros.
Olvide tu delicioso aroma
despues de varios perfumes baratos,
precindí de tu roce el idioma
tras sentir el sudor de extraños.
Ahora mi piel es una armadura,
no hay placer ante el tacto.
Ahora mi corazón contiene cerradura
no soy mas que un ser putrefacto.