El otoño de la vida
Y vuelan las hojas secas
del otoño desprendidas.
Dibujan variadas grecas
por el viento suspendidas.
El viejo roble suspira
al ir quedando desnudo
y a sus pies callado mira
como van formando nudo.
Chasquido típico dejan
por el continuo chocar
y las que cuelgan se quejan
de perderse ese jugar.
Y el otoño de la vida
va mermándonos los años
y va dándole cabida
a cada vez nuevos daños .
Ánimos desfalleciendo
y asistimos con temor
cada mañana sintiendo
que aparece otro dolor.
Ya no queda más remedio
que tener resignación
y dentro del vital tedio
elevar una oración.
Esperar que un epitafio
dé valor a lo vivido
y por no haber sido zafio
¡tuvo la vida sentido!