La casa donde yò vivo,
semeja una tristeza,
por los colores mohidos;
de tantos años vividos.
Le falta calor humano,
la alegria de los niños,
la juventud,como fuente vital,
de todo lo que es real.
Por dentro se me parece,
un castillo fantasmal;
de grandes vivencias vividas,
y de momentos prohibidos.
Tiene un encanto en verano,
de una casa señorial,
por sus puertas y ventanas,
de època colonial