Mi
sombra,
mi estela,
me acompañas
justificando
cuanto me es preciso
saber en la existencia;
como proyección de un yo,
que al obstaculizar la luz,
te doto forma y algún sentido:
te imprimo mi conciencia y mis condenas./
Para darte vida: Dividí mi alma.
¿Lo arrancando será devuelto un día?/
Solo si la oscuridad nos hace
uno, bajo su piel latente,
como antes de ver la luz
aquella vez naciendo
con seguridad
e intimidad,
cuando era
un todo:
solo,
yo.