El viento ha regresado
llorando a mi ventana
revisa cada grieta,
de cierto me desgana.
El viento entra a la fuerza,
destrozando las lumbreras,
sin saber callar su queja
que parece ser eterna.
El viento me atormenta,
me pone de cabezas
estando así tan bravo
parece que me grita.
Aúlla como un lobo,
me altera me marchita,
me arranca las ideas,
el viento me las quita.
El viento está molesto
y no sé cómo aquietarlo,
está como llorando,
su voz se escucha alto.
Me implora que lo deje
rasgarlo todo un rato,
me habla, me suplica,
no puedo consolarlo.
Su voz es un lamento,
un llanto desolado.
el viento siente ahora
que su tiempo está marcado.
El hombre está borrando
memorias del pasado
destrozando cada historia
que el planeta ha cincelado.
El viento quiere herir,
devastar cada cimiento
levantado por los hombres,
que interfieren en su paso.
El viento se ha aplacado,
no quiere estar ya bravo,
por hoy se ha terminado,
se siente muy cansado.
El viento está sereno,
susurra desahogado,
calmada está su brisa
que duerme en el tejado.