Amigo...
No desees tan solo la dulzura de sus labios,
mas oye y aprende de sus consejos sabios
con los que su noble alma brinda y alienta
de un manantial fresco a tu vida sedienta.
No veas solamente la belleza de su mirada
aunque si notes una vida triste y agobiada,
sé como un bálsamo que alivia sus heridas
y le puedas brindar mil alegrías coloridas.
No te desesperes por la suavidad de su piel
ni te frustres por no besar sus labios de miel,
mas bien acaríciala con palabras de aliento,
ámala con palabras de consuelo y sustento.
Aprende que ella es más que una figura bonita,
mejor comprende a lo que su esencia te invita,
a ser por ti escuchada, valorada y respetada,
a ser por ti protegida, abrigada y bien amada.
Atrévete a más, sé todo un hombre diferente,
sé varón de valor, no como te lo diga la gente,
porque entonces no serás una persona trivial
ni te tendrán por machista, vano ni superficial.
Necesitarás primero ver su corazón con decoro
para encontrar todo lo mejor de su bello tesoro
y que en el íntimo pozo de su alma hagas brotar
todos esos sentimientos que te harán enamorar.
Así es la mujer virtuosa, dama de pulcro honor,
doncella de alma preciosa, joven hija del Señor,
amigo, te invito a primero cultivar su amistad
y así merecer luego el tesoro de su intimidad.
No es fácil el cometido, no lo es mi buen amigo,
encontrar a la mujer que siempre estará contigo,
pero serás un caballero bendecido y afortunado,
cuando halles el corazón de ese, tu ser amado.