En medio
de la inmensidad de la noche
el enorme lobo despertó
mostrándome su grotesca boca supurante
Truenos y relámpagos
como colmillos húmedos
crepitaron al son de la danza oscura
de la lluvia de mis ojos
Mi corazón se abrió como una rosa fúnebre
y tu nombre clavado en mi pecho aulló
con todo su dolor al hombro
en ese crucial instante
¡Oh Dios ! ¡Oh bendito cielo !
¡Oh terrible misterio !
Otra noche más que te lloro
como un fantasma evocando los recuerdos
que palpitamos no hace mucho
día tras día... tarde tras tarde
Y como siempre mi dolor
escarbando en mi alma
hundiéndome con sus garras de fuego
hundiéndome en sus oscuros cielos
Totalmente... sangrante