Sei la donna che passa
Come una foglia
E lasci agli alberi un fuoco d’autunno.
GIUSEPPE UNGARETTI
Viene derrepente tu presencia sin carne
traes ausencia
y un día entero y mudo.
Siento, pero no veo los pasos que das,
eres en ese momento un cielo opaco
olvidado de sus mil ojos
y también de esa perla sedienta de oscuridad.
Vienes
a dejar tu espada húmeda en la sien
y un aroma pesado en la madrugada
vienes
a dejarme el caballo relámpago
y su galope estro palpitando dentro de mi pecho.
Vienes
sin la aurora plateada que despunta de tu vientre
sin tu mirada zigzagueante
sin el hechizo marino de tu silencio
sin tu calma sólida
Vienes
y dejas un fuego de otoño
un nido de cenizas
donde la soledad es inefable
de crudo calor.