Cuando empecé a crear el mundo
Dios ya estaba ahí
me miraba con ojos redondos tiernos y dulces
inocente me saludaba y se reía
pero no le salía nada de la boca
Entonces
entonces
le regalé la palabra
y fue la magia del primer cielo y el último día
y le pusimos cascabeles a la noche
y salieron colores, flores, pájaros,
ríos, selvas y una mujer
y los tres nos besamos y nos dimos la mano
y nos fuimos jugando en ronda
atravesando los cielos en clave de amor