“Odiarte es abrir más mi profunda herida”
Por qué haces que nazca en mí el odio,
si te amé dulcemente y sin reservas,
nuestro pasado mi mente aún recuerda,
grabado como fuego y cruel custodio
y no permite que borre ese episodio.
El odio hiere menos que la indiferencia.
es lo que trato de hacer con insistencia,
odiarte ahora que te encuentras ausente,
tu afrenta abrió una herida persistente,
tu vil traición, larga tortura sin clemencia.
Destino cruel, apiádate de mí, yo te lo pido,
no quiero más el martirio de sus recuerdos,
porqué añorar inútilmente los tiempos idos,
tiempos que se marchan, no son prisioneros,
y si han de volver, diré bastante cuerdo,
que no son los mismos, ya no los quiero.
Por Hermes Varillas Labrador
24/05/2013