pabloivannov

Señor

Señor no sé la intención que tienes,

Qué esperas de mi vida,

Sólo sé que tú me quieres

Como el sol quiere al día.

A pesar de mis errores,

Aún con todas mis faltas.

Tú tan sólo me dices ven Ya no llores,

Y con tu mano derecha me levantas.

Y yo que no entiendo porque lo haces,

Me levanto sólo para caer más fuerte.

Y el Abismo me devora con sus fauces,

Dejándome casi al borde de la muerte.

Pero tú que nunca te cansas,

Con tu fuerte brazo me sacas del lodo,

Y en un instante me infundes nuevas esperanzas,

Nuevamente a olvidarlo todo.

Perdóname por las veces,

Que me quedan por fallarte.

Y al fango no permitas que regrese,

No sea que vayas a cansarte.

Porque sabes Señor que yo de mí.

Realmente no conozco nada,

Sólo sé volver los ojos hacia ti,

Cada vez que hago otra regada.

Sostenme esta vez Entre tus manos,

Y no permitas que otra vez yo caiga.

En las pasiones propias de los humanos.

Y que tus manos nunca salga.