Y sí, me duele pensarte...
Pues, ¡SOY MASOQUISTA!
y lo digo con orgullo,
como si fuera una ¡conquista!.
Acaso fuera la primera
que por amor muriera
en el abismo de amor y odio,
interminable y lleno de romance.
Pues he aquí dos verdades:
Estoy enamorada de alguien que no conozco.
Estoy enamorada de mí.
Y un mensaje.