Estoy viviendo una vida de mentira, En la sombra de mi humilde desdicha De donde no hay no se puede sacar, esa es la mala suerte, de mi angustia… Me desprecia con palabras indignas Su amargura, destroza mi noble fisura Pero siempre he vivido con mentiras, Ya hace cuarenta y tres años y una hora… Y mi angustia entorpece toda solución, Ya que las enfermedades se ciegan en mí, No puedo salir de este bache sin salvación, Porque soy un cobarde en todo mi sentir… Hay Señor, si pudiese de nuevo vivir el amor Esa ansiedad que me hacía romper barreras, Quizás encontraría una vida llena de calor, Allá por donde el corazón arde, en mil brasas… No soy malo pero si vivo, atrapado en la trena De una mujer que me aborrece y me maltrata, Dentro y fuera de mis tormentos sin desventura, muero de pena y ella por mi hijo vive angustiada… Pero veo detalles que destruyen toda mi realidad, Ahora que necesito el consuelo de la convivencia, grita y me avasalla con palabras de incredulidad; Y ahora estoy escribiendo un desaire, de su verdad.
¡Se que esto hará daño a gentes que me quieren, pero yo no sé, ni quererme a mí mismo y siempre ha sido así!
¡Quizás si no estuviese enfermo de demencia, no escribiría esto, pero es así lo que vive, mi cruel y dura realidad!
Modesto Ruiz Martínez / 28/03/2018 Enviado desde mi iPad