Una visita al campo , era urgente ,
mi diario vivir se habìa transformado
en rutinario , todo en un horario
conveniente para todos , me estaba
ahogando .
Detuve la rutina y me fuì de paseo ,
una campiña llena de vida y frescura
me recibiò , la cabaña era còmoda ,
el descanso me hizo soñar sin sobresaltos .
El amanecer me invitò a un recorrido ,
donde las voces estaban ausentes ,
y el tierno canto de las aves , decìa lo
bello del vivir .
Las mariposas surcaban los cielos ,
posàndose en las ramas
de las flores y àrboles .
Ls frutos abundantes de los naranjos ,
me invitaron a comerlos y asì lo hice .
Los mangos amarillos colgaban con
la alegrìa de complacer el paladar de
los caminantes .
El rìo cruzaba tranquilo e invitaba a bañarse ,
no pude resistirme y gocè de una refrescante
remojada , que mi cuerpo agradeciò .
Sentì el amor del Gran Creador ,
entregando lo bello de su sentir
a sus hijos , y yo sonreìa .