Son de seda
de color bermellón.
su sabor...
una eterna cereza
cubiertos de pasión.
Fortuita no es su llegada
mas si su despedida.
Y susurros de adoración
él o ella se los brindan.
Hoy, son un recuerdo
ayer, fueron un hecho
y al final un anhelo.
¿Quizá, hasta un deseo?