Que delicia esa caricia
Que nos regala el placer,
Sentirse desfallecer
Por esa callada albricia,
Esa sublime delicia
Que no se puede perder,
Ese supremo querer
Que nuestra mente desquicia;
Con esa jovial ternura,
Esa exquisita belleza,
Que nos lleva a la aventura
De alcanzar la gentileza
De un amor hecho locura
Por obsesión que embelesa…