Se paró el tiempo
el sol se nubló
el suelo se abrió a sus pies.
Paso paso
retumbaba su voz.
relucía blanca sabana
Amarilla tez.
Habitación rosada llena de amor
La cabeza baja,
bamos temblorosas
frías y abundantes
recorrían dulce, joven mejilla.
ahora, no existe el tiempo
momento de olvido
¡Todo pasa pronto pequeña!
Se escuchó una voz en el fondo-
Alzaba entonces la cabeza
y riéndose ella dijo:
¡Todo menos yo, querido!
Pálida, amarilla su tez,
sus ojos huecos, paso a paso
la luz volvió
y allí quedó algo frío,
inerte...
Marijoe.-Fotografía red